Melania Adony es el nombre artístico de una persona que ha elegido la calma retirado ante la fiebre del profano, prevaleciendo una apertura personal de adentro hacia afuera. Hay calma y equilibrio en cada inicio y fin de composición, el espejo de un artista que ama a la persona antes de tenerla delante de sus composiciones.

Melania Adony se define como un aprendiz de la vida, una autodidacta llena de excesos equilibradas perseverancia siendo eliminado como una respuesta natural y una  comprensión calma a esos detalles evidente de los mundos seculares y sagrados, y las inmersiones frecuentes en los mundos sagrados le traen certeza de las verdades ignoradas por la sociedad.

El arte de Melania es ese punto de nacimiento de la corriente de un río, punto que  encuentra su equilibrio en el punto final del mismo río, la delta de grandes pensamientos que se asientan continuamente. Al igual que las gotas de lluvia, cada detalle tiene su equivalente en el intelecto y el sentimiento humano.

Una reflexión permanente sobre la creación primordial, migas divinas de conocimiento son compartidas  a través de los trabajo que lleva el nombre del artista. A menudo, el punto de equilibrio de la composición está apenas comenzando la hoja.

La tela habla de forma permanente con el espectador, en un diálogo cultivada por Melania atravez de cada brizna táctil, símbolo, línea o punto incrustado en el cuadro. Ya que las tela de Melania hablan. Cada composición es parte narrativa a una historia que conecta los pensamientos. Los cuadros comunican a un nivel superior con el hombre, invitando a una verdadera apertura, en alma y mente, una instrucción para volver y una llamada a la introspeccion.